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SATSE alerta de la grave falta de enfermeras en el Área sanitaria II

El Sindicato de Enfermería reclama al Sespa medidas para paliar el déficit de profesionales del Área II, donde enfermeras y enfermeros «sobrecargados hasta la extenuación» sacan adelante el trabajo para garantizar los cuidados.

El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha alertado de la grave falta de enfermeras y enfermeros que padece el Área sanitaria II, con la consecuencia de que «son las y los profesionales los que terminan arrimando el hombro y sobrecargándose hasta la extenuación para que la atención y los cuidados a la población estén garantizados», denuncian desde la sección sindical de SATSE en este Área.

El volumen de horas por encima de su jornada ordinaria que realizan muchas de estas enfermeras en el Hospital Carmen y Severo Ochoa, centro de referencia del área sanitaria, es significativo de la situación: Acumulan una media de 400 horas extra realizadas por encima de su jornada desde comienzo de año. «Es una barbaridad a la que urge poner solución; el Sespa debe darnos una respuesta», alertan desde SATSE en el Área II.

Esta área sanitaria tiene un déficit crónico de enfermeras y problemas para contar con profesionales disponibles a la hora de realizar sustituciones para cubrir cualquier tipo de eventualidad como descansos, vacaciones o bajas. «Hay pocas enfermeras disponibles para contratar y muchas de ellas, además, se cambian a otro Área a la mínima oportunidad que les surge de trabajar en una zona diferente  de Asturias», explican.

Así, la carga de trabajo recae sobre las que se quedan, con las mencionadas horas de más realizadas «que a día de hoy está claro que no van a poder disfrutar en forma de descansos y desconocemos cómo se les van a compensar», concretan desde SATSE en el Área II.

Desde el Sindicato de Enfermería SATSE tienen claro que el trabajo sale adelante gracias a la implicación de las y los profesionales, incluidos los mandos intermedios, pero también advierten de que «todo tiene un límite». Y concretan: «Es muy difícil mantener en el tiempo ese nivel de actividad y sobrecarga, todos están agostados física y anímicamente y necesitan ver algún tipo de respuesta por parte de la Administración».

La carga de trabajo, advierten, acaba pasando factura a la plantilla, cada vez más agotada. Es complicado llegar a todo, las enfermeras tienen que redoblar sus esfuerzos para garantizar la atención y los cuidados y se da incluso la circunstancia de que hay puestos dentro del hospital, como en algunas consultas externas, que deberían contar con una enfermera y en ocasiones en las que esta no puede ser sustituida no la hay.

En el caso de la Atención Primaria, directamente no se realiza sustitución alguna y unas enfermeras tienen que cubrir las ausencias de otras, sin recibir compensación alguna.

Por todo ello, desde SATSE reclaman al Servicio de Salud del Principado una solución. Afirman que llevan mucho tiempo esperando alguna medida por parte del Sespa que mejore la situación de las enfermeras y los enfermeros, pero esta no llega. «Nos constan las llamadas de atención realizadas desde el Área, pero parece que mientras que el trabajo salga adelante, aunque sea a costa de la salud de los profesionales, lo demás no les preocupa», lamentan.

El Sindicato de Enfermería incide además en el compromiso que el Área sanitaria II tuvo durante la pandemia, cuando se recurrió a las movilidades forzosas para cubrir determinadas necesidades y se movilizó a 12 enfermeras/os del Área II que salieron a trabajar a otros puntos de Asturias. «Nos gustaría que ese compromiso demostrado por los profesionales del Área suroccidental fuera recíproco por parte del Sespa», aseguran desde la sección sindical de SATSE en el Área II.

Según tenemos constancia, al menos otras seis enfermeras dejarán esta área sanitaria en próximas fechas, otro ejemplo del flujo continuo de profesionales hacia otras zonas del que alerta SATSE. Este éxodo podría estar relacionado en parte, reconocen, por las características geográficas y las comunicaciones de la zona, pero consideran que las condiciones en las que se trabaja actualmente tampoco constituyen un aliciente para quedarse.

Siluetas de enfermeras y sanitarios en un hospital